lunes, 29 de junio de 2009

Hola.. : )


miércoles, 24 de junio de 2009


Hay que meditar hasta el momento antes de cansarnos, no sirve de nada torturarse.
Hay que tratar de mantener siempre ese gustito rico, que tiene meditar-

viernes, 19 de junio de 2009

Ciencia y meditación, la fuerza de la unión.

Hoy les hago llegar este intersantísimo reportaje a Alan Wallace, espero que les agrade tanto como me agradó a mi:

Tengo 58 años. Nací y vivo en California. Estoy casado y tengo una hijastra. Estoy licenciado en Física, soy doctor en Filosofía de la Ciencia y Estudios Religiosos y fui ordenado monje por el Dalai Lama. La física cuántica y el budismo dicen lo mismo. Soy liberal y budista

A los 20 años me dediqué a viajar por Europa lleno de preguntas existenciales. Tropecé con El libro tibetano de la gran liberación, que trata sobre la naturaleza de la mente, y quedé asombrado.

¿Hasta qué punto?

Estudié el idioma tibetano para poder estudiar budismo, me compré un billete de ida a India y acabé siendo ordenado monje por su santidad el Dalai Lama.

¿Entonces lo de la física vino después?

Tras 14 años viviendo con los tibetanos, estudiando budismo y meditando, decidí integrar esos estudios en la física. El budismo se ocupa del conocimiento de la realidad, no está apegado a creencias religiosas; y para ahondar en la realidad se necesita la física.

Entonces, ¿la física ha completado su visión budista del mundo?

Sí. La fortaleza de la ciencia, con la tecnología y la matemática, no la encuentras en el budismo; pero el budismo tiene un método muy sofisticado para investigar y observar directamente la mente; en eso la ciencia occidental es muy débil.

Las leyes de la física cuántica ya fueron expuestas hace 2.000 años por el budismo.

En 1997 traduje una conversación entre el Dalai Lama y un eminente físico experimental austriaco, Anton Zeilinger, que le explicaba al Dalai Lama que cuando en la física cuántica investigas la naturaleza de una partícula elemental, como un electrón, no la encuentras, está vacía. Es decir, que el electrón sólo existe en relación con el sistema de medición y el observador, no es posible observar un sistema sin perturbarlo.

¿Y qué dijo el Dalai Lama?

"¡Sorprendente!, ¡¿cómo puedes haber llegado a este descubrimiento sin conocer el camino de en medio o su escuela filosófica, el madyamika?!". Zeilinger se quedó atónito y preguntó: "¿Qué es el madyamika?".


Entonces el Dalai Lama explicó que para el budismo el yo, como tal, no existe, ya que aquello que denominamos compulsivamente mi yo está permanentemente cambiando; pero Arya Nagarjuna fue todavía más allá.


¿El fundador de la filosofía madyamika?

Sí, una línea particularmente avanzada dentro del budismo, fundada alrededor del año 200 de la era cristiana, y que sirvió de fundamento filosófico para la principal rama del budismo actual, el mahayana.

¿Cuál fue ese paso más allá?

Pura cuántica: negó la existencia independiente no sólo del yo, el observador, sino también del objeto, el observado; e incluso de la observación misma. El término madyamika deriva directamente del que empleó Nagarjuna para referirse al camino de en medio, aludiendo al espacio entre el nihilismo y el materialismo.

¿Y qué dijo Anton Zeilinger?

"¡Esto es sorprendente!, ¡¿cómo puedes saberlo sin conocer nada de física cuántica?!", e invitó al Dalai lama a su laboratorio en Austria. Allí observé algo muy interesante...

Cuente, cuente...

La tecnología que tenía Anton, los budistas no la tienen; los experimentos que ellos llevan a cabo, los budistas no los hacen. Pero los budistas practican samadhi, que es una alta concentración en un solo punto, un método contemplativo para investigar la mente y los fenómenos objetivos.

¿Y así llegan a la misma visión que los físicos cuánticos?

Exacto, pero los budistas hacen una aplicación práctica: al darte cuenta de que nada existe independientemente, ni los átomos, ni las personas, ni las culturas..., brota naturalmente la compasión.


¿Usted cree?

Mi bienestar está relacionado con tu bienestar; mi sufrimiento, con tu sufrimiento. Pretender buscar mi felicidad y mi seguridad como si yo fuera una isla es una estupidez. De esta sabiduría viene el altruismo, y ahí es donde budismo y ciencia se separan, porque el altruismo no es común en la ciencia.
¿Qué se estudia en su instituto?

La conciencia desde la óptica de la ciencia, el budismo, y la psicología conductual; el conocimiento de la mente, el origen del pensamiento, la naturaleza de la conciencia. Investigamos en temas muy prácticos, por ejemplo, cómo calmar las emociones destructivas: desórdenes hiperactivos y déficit de atención.

Muy comunes.

Junto con un equipo científico de la Universidad de California hicimos un estudio que ha durado siete años sobre cómo cultivar el dominio emocional. Entrenamos con meditaciones budistas esenciales durante 45 horas a maestras de escuela aquejadas de estrés, ansiedad, depresión e insomnio. Los síntomas desaparecieron y cinco meses después seguían sin reaparecer. Otro experimento significativo ha sido el proyecto Shamaka.

¿Eso es un tipo de meditación?

Sí, para obtener mayor concentración. Organizamos un retiro de tres meses con 70 personas neófitas en la materia que meditaron ocho horas diarias y conseguimos un nivel de concentración altísimo, lo que se deriva en efectividad, autoestima y alegría en las tareas: creo que pronto veremos revolucionado el mundo del trabajo.

¿Alguna conclusión?

Ciencia y espiritualidad están dándose la mano, no para convertirse ni para conquistarse, sino para aprender una de otra, y eso no tiene precedentes.


La fuerza de la unión

Su mente racional occidental fue en busca de respuestas existenciales y topó con el budismo y el Dalai Lama, que nos dice:
"Aunque los científicos estudien principalmente la materia, no pueden pasar por alto la conciencia; aunque los especialistas del espíritu se centren en el desarrollo de la mente, no pueden pasar completamente por alto las necesidades físicas"
Así, este hombre se convirtió en un físico budista que ha creado el Instituto de Estudios de la Conciencia, donde se profundiza en la mente humana y sus posibilidades aunando esfuerzos y metodologías de la ciencia y del budismo. Ha participado en el seminario Budismo y ciencia para la paz, organizado por la Fundación Casa del Tibet.

Entrevista realizada por Inma Sanchís

Publicado en el blog Espiritualidad y Política, el 12/11/2008
Fuente: Entrevista de Inma Sanchís a Alan Wallace en La Contra de La Vanguardia.
Sitio web de Alan Wallace .


Publicado por http://yogaymedicinaoriental.blogspot.com/

"Metta-Bhavana"cultiva pensamientos positivos de Amor y Amistad.

“Bhavana” significa “cultivo” o “desarrollo” y “Metta” quiere decir “amor”, “amistad” o “amor y bondad”. Ésta es una práctica en la que, activamente, cultivamos estados mentales muy positivos hacia otras personas, así como también hacia nosotros mismos.

Esta meditación nos ayuda a traer más armonía a nuestro contacto con los demás, de modo que tengamos menos conflictos, resolvamos dificultades existenciales y profundicemos en nuestras relaciones con la gente que convivimos. Nos ayuda a tener más empatía y a ser más considerados, amables y tolerantes. Asimismo, podemos aprender a apreciar mejor a los demás, concentrándonos en sus cualidades positivas y haciendo menos caso a sus errores.

Además, en esta práctica, cultivamos Metta hacia nosotros mismos, por lo cual, experimentamos menos conflictos internos y aprendemos a apreciarnos mejor.

El Cultivo de las emociones:

La idea de cultivar las emociones puede parecer un poco rara. Por lo regular, nos parece que brotan desde adentro de nosotros sin que nadie las llame. Parecen ir y venir, como el clima. La forma en que acostumbramos referirnos a las emociones sugiere una falta de control. Por ejemplo, nos “enamoramos”, nos “invade” la rabia, nos sentimos “deprimidos” (¿quién ejerce sobre nosotros esa depresión?) o nos sentimos “agobiados” por tanta tensión.

Desde un punto de vista psicológico, las emociones no “simplemente suceden”. Son hábitos que uno crea de manera activa. Parece que tienen vida propia porque no estamos conscientes del momento en que las hemos creado. Si nos hacemos más conscientes de nuestra vida emocional podemos cultivar las emociones que queremos tener (las que nos hagan felices a todos). También, podemos disminuir el surgimiento de las que no queremos (las que nos hacen infelices y provocan conflictos con los demás).

Siempre estamos cultivando emociones. Daré un ejemplo de cómo las generamos de manera inconsciente. Imagina que estás con otras personas y comienzan a hablar de todo lo que está mal en el mundo. Hablan de odio, guerras, intolerancia, maltrato a los niños, contaminación, etc. Conforme avanza la conversación y te vas involucrando más en ella, ¿qué sucede? Es muy probable que te vayas enojando o te deprimas o te sientas superior a otros. Al concentrarte en lo que te hace enojar o te deprime (sin tratar de ver, de un modo creativo, lo que en realidad puedes hacer al respecto) estás cultivando esas emociones.

Imagina lo que pasaría si haces lo mismo con cosas que estimulen el amor y el bienestar. Eso es de lo que se trata la práctica de la Metta.

Formas de Cultivar Metta

Es verdad que no puedes hacer que las emociones surjan; lo que puedes hacer es crear las condiciones para que surjan y ver qué sucede.

Es como sembrar semillas. No puedes hacer que crezca la planta. Lo que sí puedes hacer es procurar que no le falte calor, agua y buena tierra y, además, ser paciente.

Cuando cultivamos sentimientos de amor y bondad nos estamos animando a desear que los demás estén bien. ¿Cómo establecemos las condiciones para hacer eso?

Ejercicio de Atención a las Emociones

Lo primero que hay que hacer es tomar conciencia de cómo nos sentimos en este momento. Esto es básico.

Prueba este ejercicio:

Siéntate en silencio y lleva la atención a tu cuerpo.

Conforme te hagas consciente de cada músculo, relájalo lo mejor que puedas.

Lleva la atención a tu corazón y ve qué emociones están presentes.

Sonríe suavemente y ve lo que pasa.

Recuerda: cualquier emoción que estés sintiendo (buena, mala o neutral) está bien. Puedes trabajar con esas emociones y, de hecho, tendrás que partir de donde estés.

Cuando estés lista, vuelve tranquilamente al mundo exterior.

Sembrar las Semillas de la Emoción

Para que crezcan las semillas de Metta necesitamos tierra y agua. La tierra es nuestra atención consciente. Deberemos mantener las emociones en nuestra atención, para poder cultivar emociones positivas. Al practicar la Atención a la Respiración nos enfocamos en las sensaciones físicas de la respiración. Ahora, en la Metta Bhavana, nos enfocaremos en las emociones.

¿Y cuál será la lluvia? La lluvia son los diversos métodos que podemos dejar caer en corazón para estimular el desarrollo de las semillas de Metta. Hay cuatro métodos que me parecen muy útiles: las palabras, los recuerdos, el cuerpo y la imaginación creativa.

Ya los veremos en su momento. Algunos te funcionarán bien y, quizá, otros no tanto. Es bueno probarlos y ver cuál se ajusta a tu personalidad. Lo importante es que le des su tiempo a cada uno. Igual que las semillas que germinan como respuesta al agua, es posible que tus emociones tarden en comenzar a desenvolverse, como respuesta al método que decidas emplear.

Usar Palabras o Frases

Supongamos que cultivamos Metta hacia nosotros mismos (así es en el Primer estadio).

El método clásico para la práctica de la Metta Bhavana son las frases. Es el que yo más uso. No hay límite para las palabras y frases que puedes emplear. La frase tradicional para el Primer estadio sería: "Que esté bien, que sea feliz, que esté libre de sufrimiento".

Cuando te digas la frase tienes que sentirla en verdad. También, recuerda estar atento a tus emociones. Además de repetir la frase una y otra vez, observa el efecto que tiene sobre tus sentimientos. Esto vale para cualquier palabra o frase que te digas (y puedes usar otras frases).

Deja tiempo entre cada repetición de la frase, de manera que tengas tiempo de absorber su efecto. A menudo yo sincronizo la frase con el ritmo de mi respiración. Digo “que esté bien” en una exhalación. Luego durante la siguiente inhalación y exhalación e inhalación me sintonizo con el corazón para ver qué efecto tuvo. Luego, con la siguiente exhalación, me digo, “que sea feliz. Dos exhalaciones después me digo: “que pueda liberarme del sufrimiento”.

Cuando piensas estas palabras estás siendo activo. Cuando escuchas el efecto que tienen eres receptivo. En esta práctica tienes que ser ambas cosas: activo, para trabajar con tus emociones; y receptivo, para notar el efecto de tus acciones.

Es posible que construyas tu propia frase afirmativa.

Quizás elijas recordarte tus cualidades positivas y regocijarte en tus propios méritos.

Usar Recuerdos

De nuevo, imaginemos que cultivamos Metta hacia nosotros mismos (en el Primer estadio de la práctica).

Recuerda alguna vez en la que te sentiste muy bien contigo mismo. Quizá simplemente estabas de muy buen humor, quién sabe por qué. O acababas de obtener un importante triunfo.

Recuerda cada detalle de esa ocasión. Mientras más vivo sea tu recuerdo, más probable es que revivan las emociones que tuviste aquella vez.

Recuerda qué traías puesto, qué cosas viste, cómo estaba tu cuerpo, qué aromas percibías, qué decían los demás.

Recuerda los detalles: la textura de tu ropa, la brillantez de los colores que veas, los tonos de las voces.

Mientras más vivo sea tu recuerdo, más fácil ser que experimentes de nuevo aquellas emociones.

Usando la Imaginación Creativa

De nuevo, imaginemos que cultivamos Metta hacia nosotros mismos (en el primer estadio de la práctica).

Piensa en una situación que te haría muy feliz. A mí me gusta pensar que estoy practicando buceo libre en el Arrecife Australiano de la Gran Barrera. Es algo que nunca he hecho pero, cuando imagino esa sensación del cuerpo flotando, mientras las cálidas corrientes marinas acarician mi piel y la luz del sol se filtra entre las aguas, sobre los corales de bellas tonalidades y los bancos de peces multicolores que nadan alrededor de mí, me siento muy bien.

Puedes pensar en algo que te daría un verdadero y profundo sentido de alegría y bienestar. Quizá te veas flotando en un gran globo aerostático sobre los Andes, o caminando en la luna, o simplemente acostado en la playa.

Al igual que en el ejercicio de los recuerdos, procura incluir tus sentidos tanto como puedas. Haz que tu imaginación sensorial sea muy viva.

Usar el Cuerpo

Tu postura corporal tiene un gran efecto en la forma en que vives las emociones. Cuando te deprimes, hundes el pecho, tus hombros caen al frente, no te paras derecho y tu barbilla cae hacia el tórax. Cuando tienes esa postura resulta virtualmente imposible que estés de otra manera. Si andas en ese estado de depresión, encorvado y sin esperanzas, es muy difícil que te sientas bien contigo.

En cambio, cuando te paras derecho (y relajado), con el pecho abierto, los hombros hacia atrás y la cabeza erguida, es más probable que te sientas bien contigo. Así es más fácil que te sientas fuerte, capaz y te tengas confianza. Cuando estás enojado, tu cuerpo se tensa, los hombros se crispan y aprietas los puños. Si adoptas esa postura, en verdad comenzarás a sentirte agresivo. Y si relajas la postura cuando te sientes agresivo, notarás que tu ira se suaviza. Es como si nuestro cuerpo tuviera memoria.

Puedes usar estos principios cuando medites. Deja que tu postura te ayude a cultivar Metta, asegurándote de no estar tenso o encorvado. Recuerda cómo se siente cuando tienes confianza, cuando estás feliz y lleno de energía. Deja que tu cuerpo te ayude a entrar en esos estados relajando tus músculos y manteniendo erguida la columna, con el pecho abierto. Imagina a tu cuerpo lleno de energía. Cuando empiezo a contactar con la memoria de mi cuerpo para recordar lo que es sentirse muy bien, por lo regular descubro que comienzo a sentir una potente energía en mis brazos y mis manos.

Sé flexible en tu enfoque

Yo tiendo a usar el método de los recuerdos, el de la imaginación creativa o el de la memoria corporal para contactar con un sentido de bienestar. Entonces, entono la frase tradicional: “Que esté bien, que sea feliz, que me libere de todo sufrimiento”.

Quizá sólo sea una preferencia personal. Prueba distintos métodos y ve cuál te funciona mejor y cuál no.

No todos los métodos son buenos para cualquiera; pruébalos y ve.

Dale a cada método su oportunidad. Ten cuidado de no querer pasar de uno a otro apresuradamente, sin haberles permitido demostrar su funcionamiento.

Recuerda que, con cualquier método, ante todo debes enfocarte en tus emociones.

Un esbozo de la Metta Bhavana

En la práctica de la Metta Bhavana cultivamos amor incondicional, amistad, bondad. El objetivo es llegar a ser como una fogata emocional: un destello fijo de calor emotivo que abrace a todos los seres sensibles que podamos concebir. Es una meta al alcance de cualquier ser humano. Eso sí, se requiere tiempo y un esfuerzo constante.

La meditación se hace en cinco estadios. Cultivamos Metta hacia:

Nosotros mismos.

Un buen amigo.

Una persona “neutral”, es decir, alguien por quien no sentimos nada en especial.

Una persona “difícil”, o sea, alguien con quien tenemos conflictos o sentimientos de animosidad.

Todos los seres sensibles (es decir, todos los seres que puedan sentir placer o dolor).

Iremos viendo esos estadios uno por uno. Te sugerimos practicar cada estadio durante un tiempo antes de pasar al que sigue.

Publicado por http://yogaymedicinaoriental.blogspot.com



sábado, 6 de junio de 2009

10 hábitos para desarrollar nuestro cerebro.

Estas son 10 sugerencias recomendadas por expertos en distintas áreas para desarrollar y hacer más eficiente a nuestro cerebro:
  1. Comprende a tu cerebro. Esta es la mejor manera de apreciar la belleza de un órgano vivo compuesto de billones de neuronas y sinapsis en constante desarrollo. Recomiendo “El cerebro de arriba a abajo
  2. Cuida tu alimentación. ¿Sabías que el cerebro sólo pesa el 2% de la masa corporal pero consume más del 20% del oxígeno y de los nutrientes que consumimos? Como regla general no necesitas ultra-sofisticados, costosos suplementos alimenticios, sólo asegúrate de no comer basura.
  3. Recuerda que el cerebro es parte del cuerpo. Lo que haces para ejercitar tu cuerpo puede también ayudar a tu cerebro: el ejercicio físico promueve la creación de nuevas neuronas (neurogénesis).
  4. Fomenta los pensamientos positivos, orientados hacia el futuro hasta que se convierta en el estado natural de tu mente y así percibirás cada día de una manera constructiva. El estrés y la ansiedad, no importa si inducida por eventos externos o por tus propios pensamientos, “mata” a las neuronas y previene el nacimiento de nuevas células. Piensa en el estrés crónico como el opuesto al ejercicio: previene la creación de nuevas neuronas.
  5. Crece en el aprendizaje y en nuevos desafíos mentales. El punto de tener un cerebro es precisamente el aprender a adaptarse a nuevas situaciones. Una vez que nacen nuevas neuronas en tu cerebro ellas sobrevivirán dependiendo del uso que les des. Esto no significa hacer el crucigrama No. 1.234.567. Significa “desafía continuamente a tu cerebro con nuevas actividades.”
  6. Somos los únicos organismos auto-gobernados en este planeta. Aspira a lo mejor. Una vez que te gradúes de la universidad sigue aprendiendo. No importa tu edad el cerebro sigue desarrollándose y refleja lo que has hecho con él.
  7. Explora, viaja. Adaptarse a nuevos lugares te obliga a prestar más atención a tu alrededor. Toma nuevas decisiones, usa tu cerebro.
  8. Utiliza tu propio cerebro. No el de personalidades famosas, no el de políticos, no el tu inteligente vecino…Toma tus propias decisiones, comete errores y aprende de ellos, de esa manera estás entrenando a tu cerebro no el de tu vecino.
  9. Promueve la amistad con gente estimulante. Somos “animales sociales” que necesitan del contacto social, razón por la cual ha quedado demostrado cómo, el tan conocido programa “Baby Einstein”, no es la panacea para el desarrollo infantil.
  10. Ríe. Lo más que puedas. Fomenta el humor inteligente, complejo, lleno de sorpresas y giros inesperados.

Recuerda que lo que cuenta no es leer este artículo o cualquier otro sino practicar estos hábitos cada día hasta que los internalices. Para más información sobre estos tópicos visita Brain Fitness.


Publicado por http://noespocacosa.wordpress.com Exelente Blog !!!

viernes, 5 de junio de 2009

«La meditación Vipassana observa el cuerpo para llegar a la mente»




Observar las sensaciones del cuerpo en vez de reaccionar contra ellas es la base del entrenamiento para llegar a la paz a través de la meditación Vipassana. El Psiquiatra norteamericano Paul Fleischman es uno de los maestros de esta modalidad; como científico ha publicado en 'Nature' o 'Landscape', como maestro de meditación, lleva desde 1982 enseñando lo aprendido.

-Dentro de la meditación budista ¿qué caracteriza a la Vipassana?

-La palabra 'vipassana' fue inventada por Buda, significa percepción realista, ver con claridad. Lo usaba para describir la meditación que le llevaba al Nirvana. Pero Vipassana no es budismo, yo no soy budista, mi maestro tampoco, ni siquiera Buda.

-¿Y qué la define?

-Tiene varios aspectos. Por un lado, es enteramente gratis, se transmite entre amigos, no es un negocio. Tampoco es tratamiento médico, es una transmisión espiritual, algo que descubre uno y disfruta transmitiéndolo. Por ejemplo los árboles producen oxígeno, no lo venden, es saludable pero no es distribuido por los árboles como un tratamiento de salud. El segundo aspecto es que está basado en las enseñanzas de Buda pero no es budismo. Es una técnica que no está basada en una opinión. El tercer aspecto: es intrínsecamente ético. Parte de una actitud ética -no dañar a los demás-, no se puede practicar la técnica sin esta actitud y si la practicas te acercará más a esa táctica para reducir la presión. Y es intrínsecamente social. Finalmente su objeto de meditación es el propio cuerpo, las sensaciones. Otros meditan sobre nombres, sobre conceptos sagrados, en Vipassana, nuestro objetivo es la realidad y lo más real para casa uno son las sensaciones de nuestro cuerpo; el hambre, el dolor, todo va y viene. Y el pensamiento también está en constante movimiento, centramos la atención sobre el cuerpo para llegar a la mente. Ambos son la misma cosa, si uno cambia el otro también. Finalmente, es una actividad entre amigos, no solitaria.

-¿Por qué cierta parte de la espiritualidad occidental reniega de la tradición cristiana y mira a Oriente?

-En general creo que hay un fenómeno de mezcla, de expansión de la meditación. Todo se mezcla, también las ideas. Por otro lado, la práctica del Vipassana responde universalmente a cuestiones como necesidad de calma, de paz. Ha sido 'experimentada', como decimos en investigación médica, durante 2.500 años de forma exitosa. Su base es el realismo, y hablo de pragmatismo también no de retiros monacales. Las religiones occidentales han decepcionado a la gente porque han sido politizadas. En este caso se trata de algo libre, que no se ha convertido en un negocio ni ha sido manipulado por la política. Y además es compatible con la ciencia, se basa en la observación del propio cuerpo y si tienes una formación científica no hay ninguna incompatibilidad. No es una fe ciega.

-¿Como psiquiatra ha utilizado la meditación?

-He trabajado como psiquiatra y como director de meditación durante 35 años pero ya estoy retirado. Yo no recomiendo el Vipassana como un tratamiento, no lo es. Para mí estaba en mi corazón, no en el hacer profesional. Cuando era psiquiatra, trataba de curar desde el punto de vista científico.

-¿Se puede confiar en exclusiva a la química el tratamiento de los problemas mentales?

-El ser humano es un colección de elementos que se organizan de manera compleja. La suma de sus partes es algo nuevo que se ha llamado tradicionalmente espíritu. Podemos decir pues que el ser humano es cuerpo y espíritu, no creo que sean separadamente nada. La psiquiatría moderna se basa en la eliminación de esa dicotomía. El cuerpo depende de la mente y viceversa. Si cambio tu pensamiento, cambia tu cuerpo. La psiquiatría en EE. UU. ha ido demasiado lejos con la medicación. No estoy en contra de los fármacos, los he usado cuando ha sido necesario, pero se está exagerando. En vez de trabajar con la interacción entre cuerpo y mente, se dan demasiadas píldoras. Debe haber un equilibrio, si no se convierte en una dictadura de la química

fue publicado por Mutante http://www.igooh.com/Mutante/

jueves, 4 de junio de 2009

SIETE PUNTOS SOBRE LA MEDITACIÓN. Kunzig Shamar Rinpoche

El tercer punto es una explicación concisa sobre cómo shamatha y vipashyana se convierten en algo natural. En las primeras etapas de shamatha y vipashyana nuestra meditación no es natural. De alguna manera es artificial. La meditación solamente es real cuando ocurre de forma natural como lo he explicado en el segundo punto.

¿Qué quiere decir un shamatha genuino? Al comienzo de la práctica de shamatha, la mente se dirige al objeto de meditación que es mantener la mente concentrada en vez de seguir los pensamientos. Cuando la meditación es natural, en el verdadero shamatha, ya no se requiere esfuerzo alguno para mantener la mente concentrada. Al principio uno tiene que aplicar esfuerzo, pero más adelante se convierte en un proceso totalmente natural.

Voy a dar un ejemplo que ilustra la diferencia entre shamatha genuino y artificial. Hay un tipo de meditación especial que resulta en una clara memoria del pasado, hasta el punto de recordar vidas pasadas. La mente nunca permanece la misma. Sólo existe de un instante a otro. La mente está constantemente cambiando. Si miramos un instante, primero surge, permanece, y finalmente desaparece. De esta forma se constituye de pasado, presente y futuro. Un instante surge, para luego cesar y dejar espacio para que surga otro instante, etc. Así, la mente continua como una corriente continua de momentos de consciencia. En este tipo de shamatha, la práctica es permanecer consciente de cada momento cuando surge. Sin analizar, únicamente enfocarse y observar los momentos surgir, uno después de otro. Sin perder o mezclar su orden, simplemente observarlos cuando ocurren. Concentrarse completamente y permanecer enfocado en eso. Así es cómo podemos meditar ahora, en la forma de shamatha artificial.

Se convertirá en shamatha genuino cuando se convierta en un proceso natural, cuando ya no tenemos que hacer esfuerzo alguno para mantener la mente enfocada. Simplemente habrá una conciencia natural de los momentos que pasan. Te vuelves tan familiar con ello que una vez te focalizas en esa consciencia, va a continuar de forma espontánea, sin la necesidad de aplicar ningún esfuerzo. Simplemente continua de forma natural.

Cuando alcanzamos este nivel, ocurre un tipo especial de memoria. Podemos acordarnos del pasado, incluso de vidas pasadas, tanto como la meditación sea natural. La memoria se expande de esta manera: primero te acuerdas de la niñez en detalle, después de la experiencia de estar en el vientre de la madre, y posteriormente, de tus vidas pasadas. Es posible recordarlo puesto que lo has experimentado anteriormente, de la misma forma que te acuerdas de lo que hiciste ayer. Esta memoria surge espontáneamente una vez el shamatha se convierte en algo natural.

¿Qué significa entonces el verdadero vipashyana? Continuando con el mismo ejemplo, cuando te enfocas en cada momento, el vipashayana se refiere a analizar la naturaleza de cada momento. Durante el shamatha solo observabas los momentos sin analizarlos, mientras que ahora los examinas analíticamente. El vipashyana se vuelve natural cuando el análisis deja de ser intelectual. Tienes una experiencia directa de la naturaleza de cada momento, una experiencia donde dejan de aplicarse conceptos e ideas.

Cuando se mira un objeto, al principio hay una experiencia directa del mismo y es solamente después que se le da un nombre. Las enseñanzas budistas distinguen entre diferentes tipos de experiencia directa. Por ejemplo, ahora mismo también tenemos experiencias directas, pero inmediatamente proyectamos nuestras ideas en las cosas, incluso si éstas ideas no son reales. Por ejemplo, si vemos una hoja de papel blanca, mezclamos esa experiencia directa con nuestro concepto de blancura. ‘Blanco’ es un concepto general que se aplica a muchas otras cosas como ropa, flores, etc. La experiencia directa es mucho más completa que eso. En el vipashyana real tienes experiencia directa del mundo, ves la verdadera naturaleza de las cosas. También se conoce como la experiencia yóguica directa.

Para simplificarlo, verdaderos shamatha y vipashyana están relacionados con la eliminación de los obstáculos mencionados en el punto anterior. El shamatha será genuino cuando la pesadez, opacidad y el sueño hayan desaparecido completamente de la meditación. El verdadero vipashyana se desarrollará cuando la agitación, el arrepentimiento y la duda sean neutralizados completamente, de forma que nunca aparezcan durante la meditación. Pueden seguir apareciendo en la post-meditación, y todavía existe diferencia entre meditar y no meditar. Pero cuando experimentas el fruto maduro de shamatha y vipashyana, la meditación se libera de estos obstáculos. Esto concluye con el tercer punto, la esencia de shamatha y vipashyana.

lunes, 1 de junio de 2009

Montañas..


No importa la montaña que escales,
sino la decision que tengas de escalar.
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